Florinda Meza desnuda a “Doña Florinda” para mostrarnos todos los detalles de su vida
¡Porque “Una leyenda nunca muere”! Entre rollos, amores, éxitos y polémicas, recordamos la trayectoria de Florinda Meza, una artista de referencia en la cultura popular latinoamericana.
Una niñez dolorosa
Florinda Meza García nació en febrero de 1949 bajo el sol del pueblo de Juchipila, Zacatecas. A temprana edad se despojó de su inocencia, a causa de la tragedia y decisiones ajenas a su voluntad.
Su madre era muy joven cuando la tuvo, y su padre era un ingeniero de una familia respetada por lo que esta unión no era aceptada. La pareja debió separarse por las disputas entre familias, fue así como la pequeña dijo adiós a sus padres y quedó al cuidado de sus abuelos.
Madurez apresurada, carente de cariño
Sus abuelos fueron médicos y aficionados del violín y el piano. Vivir en su compañía le permitió practicar ballet y equitación, así como fijar su atención en el arte. Pero durante su juventud, ambos fallecieron, dejándola junto a sus dos hermanos menores saltando entre hogares.
La intérprete de Doña Florinda fue una niña que maduró rápido. Siempre se encontraba en un ambiente donde compartía con adultos, esto hizo que forjara un carácter recio y estricto. Pero al mismo tiempo descubrió su pasión.
Cuando reemplazó a La Chilindrina
Con cariño ausente se refugió en la única herencia que dejaron sus abuelos, el interés artístico. Florinda decidió estudiar arte dramático en la Asociación Nacional de Actores (ANDA). Pero lograr este sueño no sería tarea fácil. Sin un peso en el bolsillo, debió tomar cualquier oportunidad laboral disponible, entre ellas destacan aquellos como modelo para comerciales de televisión.
También trabajó como locutora en la señal de Televisión Independiente de México, donde reemplazó a María Antonieta de las Nieves, quien más adelante se convirtió en su compañera como “La Chilindrina”.
Nace una estrella
Su talento y esfuerzos la llevaron a las tablas en 1969 para actuar en La media naranja y La chismosa. En ese tiempo Roberto Gómez Bolaños quedó cautivado por su estilo, y seducido por su belleza singular. Tras el éxito de los sketches, la Juchipila fue invitada a formar parte de Los supergenios de la mesa cuadrada.
Este programa dirigido por Chespirito vio surgir el talento que había en la actriz, antes de interpretar uno de los papeles que le cambió la vida, Doña Florinda.